Les vamos a dar donde más les duele.
Primero un banco,
luego una multinacional y así sucesivamente hasta que nos oigan.
Hasta hace unos días nuestra única arma era la palabra,
pero esta bajada de pantalones de los gobiernos plegándose
a la voluntad de aquellos que nos han llevado a esta situación
es el colmo que rebosa el vaso de la paciencia.
El pueblo está harto de pagar la factura de los bancos y las consecuencias de su derroche.
Lo único que está dejando claro los manuscritos wikilealkianos
es que estamos gobernados por una banda de sinverguenzas sin escrúpulos,
maestros de la hipocresía y magos en el escamoteo y el escape,
que no tienen ningún tipo de escrúpulos para utilizar al pueblo y a los gobiernos en su propio beneficio.
Venderían a su familia y a su patria por un buen negocio.
Aquí vale ya de todo y aquí ya no pasa nada, de nada.
Da igual que salgan evidencias de escándalos de corrupción o de apaños de cualquier tipo,
pasan olímpicamente de la opinión pública.
Da igual todo lo que prometieron para ganar unas putas elecciones
porque se lo pasan por donde todos sabemos.
Da igual que los pillen en contradicciones,
la "res pública" por lo que se vé, está por encima del bien y del mal
y aquí nadie paga las consecuencias de sus actuaciones.
Parece que nadie se percata
de que el estado y los políticos están al servicio de los ciudadanos y no al contrario.
Pero se acabó.
Si el sistema no nos quiere oir por las buenas, nos oirá por las malas.
Dándole donde más les duele.En su puta economía de mercado.
Pongámonos de acuerdo, y boicotemos primero un banco, luego una multinacional y así sucesivamente,
hasta que nos tomen en consideración y gobiernen pensando también en la gente y no solo en ellos.
No hay derecho, que habiendo riqueza de sobra en este mundo para todos,
por culpa de la avaricia de unos pocos,
estemos una gran mayoría viviendo en condiciones precarias.
Yo crecí con la ilusión imaginaria, que nos metieron en la cabeza esta pandilla de farsantes,
de que con las nuevas tecnologías habría más tiempo libre para los trabajadores a igualdad de salario.
Pero ya nos podrían llover todo tipo de bienes del cielo, que estos hijos de Satán,
se las ingeniarían para terminar acaparando todo y vendernos unas migajas de lo suyo a precio de oro.
Insisto, este orden de cosas, esta idioticracia de democracia,
está podrida hasta los tuétanos por unos elementos subversivos
que no dejan de especular
con nuestra hacienda particular y nuestra riqueza nacional a costa de lo que sea.
En vuestra manos está la decisión de coger el toro por los cuernos.
Ellos solo ven consumidores mansos.
Seamos consumidores pero rebeldes.
Decid no a equis productos, hasta llevar a la quiebra a quién sea y como sea.
Ya veremos si nos toman o no en cuenta
cuando esas empresas empiecen a presionar a los gobiernos
para no verse arruinadas.
Podrán obligarnos a muchas cosas, pero no a consumir aquello que no deseemos.
Escrito por Armak de Odelot 12 de Diciembre de 2010
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