miércoles, 15 de diciembre de 2010

La crisis financiera actual

La crisis financiera actual

He titulado este post igual que el artículo que publicaron en colaboración, hace poco menos de un mes, el profesor Gonzalo Fernández de Córdoba de la Universidad de Salamanca y Timothy J. Kehoe de la University of Minnesota y Federal Reserve Bank of Minneapolis.
Podeis leer el artículo aquí en castellano y aquí en inglés. En él se comenta la actual crisis, sus causas y se plantea una posible solución.

Lo primero que hacen es tomar las  palabras del propio Kehoe y del premio nobel de economía Edward C. Prescott y definen “gran depresión” como una caída larga y sostenida por debajo de la tendencia en el producto por persona en edad de trabajar. Y más adelante sostienen que las caídas en productividad explican casi por sí solas estas caídas en producción.

Para analizar esta crisis actual usan como ejemplo a dos países que entraron en recesión sobre la misma época, Chile y México en los años 80. Y comentan que las dos recesiones fueron causadas por un aumento de los tipos de interés entre el 81-82 y una caída de los precios de los productos que más exportaban, cobre y petroleo respectivamente. Esto reveló debilidades en el sistema bancario y llevó a los dos países a una crisis financiera.

Más adelante demuestran como las respuestas que dieron a la crisis tanto Chile como México fueron muy diferentes. Por un lado Chile nacionalizó los bancos, los saneó y en menos de tres años los volvió a privatizar.

Una estrategia que provocó que desde 1984 este país se convirtiera en el país con mayor crecimiento económico en América Latina.  Por su parte México también nacionalizó los bancos,  pero en vez de volverlos a privatizar cuanto antes los mantuvo públicos hasta mediados de los años 90, lo que supuso un desastre económico para el país azteca. Para verlo, no hace falta más que echar un vistazo a esta gráfica:

PIB Real Chile y México

Esto se explica de la siguiente manera: en Chile se dejó morir a las empresas e instituciones improductivas y el mercado quedó para las más fuertes, que después de 2 o 3 años se ajustaron y comenzaron a producir unos excedentes que llevaron al país a convertirse en el estado con la mayor renta per cápita del territorio Latino Americano. Sin embargo, en México, el estado protegió a las empresas menos productivas, procurando que el desempleo no se dispara y preocupándose más por el corto plazo, que por el largo. De hecho, podemos ver como en la gráfica, al principio la situación fue mejor en México que en Chile.

Poniendo estos dos ejemplos los autores dan por hecho que la estrategia que debiéramos llevar sería la que llevo Chile, y que el Gobierno de lo que se tiene que preocupar es de en proveer liquidez usando los mecanismos de mercado para que éstos provean crédito a las empresas productivas, a los tipos de interés de mercado.
Y cito la siguiente frase “El mercado juzga mejor que el Gobierno qué empresas deben morir y cuáles sobrevivir.

Una vez que han explicado el camino que deberíamos seguir, pasan a explicar las razones de la crisis actual, y en mi opinión esta es la teoría que más fuerza está cobrando últimamente entre los economistas.

Lo que ellos dicen es que durante la última década, muchos países asiáticos  inundaron los mercados de dinero, lo que produjo que se ofreciera dinero a unos intereses muy bajos. Esto fomentó la inversión, sobre todo en construcción y en vivienda, algo que en principio no tiene porque ser malo.

 Pero el problema fue que ni los bancos ni las agencias de rating valoraron el riesgo debidamente lo que provocó la proliferación de créditos NINJA y de hipotecas subprime. Y cuando el precio de la vivienda ha comenzado a bajar ha revelado un gran problema en el sistema financiero.

Y claro, los gobiernos no están  dispuestos a dejar que los bancos nacionales quiebren por lo que en los últimos meses hemos estado viendo rescates indiscriminados, algo que en opinión de los autores, de forma directa e indirecta, generara ineficiencias y baja productividad. Entonces, cuando se hacen la pregunta de qué es lo que debemos hacer en esta situación, esto es lo que proponen:

“Los bancos centrales deben seguir prestando para mantener la liquidez. Cualquier rescate a instituciones financieras no bancarias debe ir acompañado de regulaciones estrictas al menos temporalmente. El rescate no debe ser usado para mantener la rentabilidad de los
accionistas o tenedores de bonos de esas instituciones. Los inversores que realizaron inversiones arriesgadas no pueden ser recompensados de ninguna manera. Los gastos públicos en infraestructuras deben ser justificados por su utilidad y necesidad intrínseca, no como alivio a empresas ineficientes, poniendo especial énfasis en proyectos públicos que incrementen la productividad de los factores. En
todo caso, dejar que sea el mercado el que señale qué empresas deben ir a la bancarrota, dejando que se liberen recursos para que otras empresas más productivas y eficientes los absorban. Acelerar la eficiencia de este proceso puede suponer la modificación de las leyes de suspensión de pagos que regulan los concursos de acreedores, o incrementar la dotación de recursos públicos para su gestión eficiente.”


También dicen que en caso de que se creen ayudas para los ciudadanos que pierdan su trabajo, o para empresas sectoriales o regionales, estas ayudas deben de ser directas y nunca mediante rescates indriscriminados.

Por último proponen aprovechar la crisis para reconducir nuestra economía hacia una más productiva. Lo cual me recuerda a las palabras de Hillary Clinton, que aunque no comparto muchas de sus ideas, que ayer decía que no debemos desaprovechar la crisis.

No me gustaría terminar esta entrada sin añadir este link a un programa de la radio americana en la que se habla de la crisis, y el tema es que las ideas que proponen van encaminadas por el mismo sitio que estas que os he presentado.

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