China, Rusia, India y Brasil como países emergentes.
El grupo Alba como catalizador de un cambio
que avanza poco a poco por toda Lationamérica.
La revolución islámica
que está empezando a estallar por todo el mundo árabe.
Tres mundos,
tres fuerzas de la naturaleza desatadas
que miran con mucho recelo a los EEUU
y por ende, al mundo anglosajon y a sus aliados.
Un país, los EEUU, que después de provocar la crisis
ha jugado descaradamente en favor de los especuladores.
Lo mismo que Alemania. Estos son nuestros aliados.
Que están esperando,
como aves de rapiña, repartirse el botín de nuestras arcas
y entrar a saco en nuestras empresas
llevándose todo por delante.
Y nosotros aferrados, como si en ello nos fuera la vida ,
al clavo ardiendo del buque insignia de la UE.
Una UE que se creó
a imagen y semejanza de un gran centro comercial,
para que corriera el especulador a sus anchas,
pero que políticamente
no deja de ser más que un grupo de conocidos
que se reúnen dos veces al año
para contarse entre pena y pena sus chascarrillos.
Durante estos años,
nadie puso en duda que la pertenencia a la UE valió la pena.
Pero hoy en día no tiene ningún sentido.
Nos esperan dos décadas,
en las que todos los supuestos ” socios” del todo a cien
en que se ha convertido nuestro mercadillo,
van a ir a muerte
en cada decisión que tenga que tomar Bruselas.
O mejor dicho, sin elecciones ni nada,
tenemos ya una gobernanza de facto.
Una presidencia bicéfala formada
por la fornida walkiria Merkel y el pequeño napoleón Sarkozy.
Que van a hacer y deshacer a su antojo.
España ya ni cuenta en las quinielas.
Como mucho, un dos jugando en casa.
Nuestra diplomacia solo servirá de correveydile
para que como el repelente empollón de la clase
saque ante el maestro pecho
por haber sido el primero haciendo los deberes.
Esta situación no va a cambiar ni mucho menos con el PP,
ni aunque volviera al frente con ellos, el paladín de la Azores.
Son muchos los sapos
que se han tenido que tragar nuestros socios
durante estos años con el milagro inmobiliario español
y son muchos los cadáveres, financieramente hablando,
los que han ido dejando
por toda europa e iberoamérica muestras multinacionales.
Que se creían que eran los reyes del mambo
y ahora les toca verlas venir.
El gran problema que ha tenido España estos años
y lo voy a decir como primicia
ya que no se lo he oído decir a nadie,
fué motivado por el paso de la peseta al euro.
Ya que eso supuso el tener que legalizar como fuese,
la ingente cantidad de dinero negro
que existía y existe en nuesto país.
Y fué esa y no otra
la causa de la terrible especulación que sufrimos con el ladrillo.
ya que había que lavar mucho dinero negro.
La burbuja inmobiliaria en nuestro país
lo motivó la salida a la luz del dinero negro.
De tal forma fué así, que se hizo costumbre habitual
que a la hora de formalizar con la firma
el contrato de compraventa de un bien inmueble
se hiciera un alto,
para que el notario de turno hiciera mutis por el foro
y se pudiera consumir sin testigos y en la intimidad
el coito-fiscal.
Y aún siendo ésto, de dominio público.
Ningún estamento, partido, ministerio ni nadie,
lo intentó denunciar ni parar.
Todos éramos tan felices jugando a ser nuevos millonarios.
Que para que romper tan magnífico sueño.
Teníamos hasta una legión de nuevos esclavos
dispuestos a hacer por nosotros
todos eso trabajos que ya nadie quería y encima por cuatro perras,
sin contrato y sin papeles. Sin siquiera, seguridad social.
Y todas las administraciones mirando para otro lado.
La orgía del dinero nos tenía ha todos cegados.
Y mira por donde,
ha sido en ellos, donde menos incidencia ha tenido el paro
y ahora, los nuestros se mueren de ganas por ocupar su lugar.
También hay que reconocer,
que con este empresariado bananero que tenemos
dan ganas de morirse de hambre
antes que ponerse el mono de trabajo.
En eso, en la dignidad con que trabaja un alemán
deberáimos de fijarnos y en como,
les cuidan y miman sus empresarios.
Porque más jeta no se puede tener.
Aquí, nuestros empresarios,
quieren que sea todo ganancia y responsabilidades, las justas.
El caso es, que los unos por los otros, la casa sin barrer.
Eso sí, siempre en primera fila a la hora de hacerse la foto.
Y en éstas estamos. Amarrados a una barco que se hunde.
Con un capitán y un contramaestre que se están pensando
si tirarnos como lastre que somos al mar
o sentenciarnos a remar de por vida como forzados de galera.
Mi forma de pensar en está vida
se ha guiado siempre por un principio muy simplón:
Prefiero ser cabeza de ratón, antes que cola de león.
Y esta crisis, lleva ya dos años dándonos la oportunidad
de cortar con un presente
que tan solo nos ofrece servidumbre, sudor y lágrimas.
Cuando podríamos ponernos al frente,
ya que tenemos muchos más lazos que nos unen
que el simple mercadeo,
de una serie de países que están a gritos
pidiendo reformas y cambios
en este nuevo orden mundial que se nos avecina.
Y que al hacerlo,
sentaríamos las bases de unas excelentes relaciones
con aquellos que tienen mucho que decir
en un futuro no muy lejano.
El mundo lationaméricano, sin ir más lejos,
nos recibiría con los brazos abiertos
y nó, como a la madre patria que nunca fuimos,
sino como al hijo pródigo
que se fué a dilapidar toda la fortuna que expolió allende los mares.
Ese es un nexo de sangre más fuerte que todo
y nada, ni siquiera la distancia y el tiempo , lo rompe.
Mirad, sin ir más lejos,
los lazos tan fuertes que tienen ingleses y americanos
que ni siquiera,
la pseudo fortaleza del euro han podido romper.
Dejemos de ser ya Quijotes y adalides de causas perdidas.
Que el Sancho que llevamos dentro no se acomode
y se deje llevar de la manita
como si no tuviéramos ni agallas ni conocimiento.
El mundo árabe también nos miraría de otra manera
si apoyáramos como es debido
la justa lucha que tienen en estos días
y nos fuéramos desmarcando, poco a poco,
de ya desfasadas posiciones
injustas, beligerantes e imperialistas.
Del amor al odio media un paso
y ya hemos tirado por la borda muchos años de relaciones
apoyando a un estado terrorista como Israel.
Y nadar entre dos aguas es muy complicado
ya que, llegado el caso,
igual nos toca correr hacia la orilla contraria
de donde habíamos dejado depositada nuestras esperanzas.
Estamos en la encrucijada
de poder cambiar nuestra actitud con respecto a ellos.
Animándolos y apoyándolos en sus reformas
y dejar de ser el abogado y bufón del diablo.
.
Porque como sigamos en las mismas
no creo que estén por la labor de dialogar
cuando llegue la hora de resolver ciertos conflictos
que tenemos con ellos
si nos portamos como unos vulgares pregonaos del gran capital.
Como indica el título del artículo,
creo firmemente que es hora de cambiar de caballo.
Por uno más joven, más fresco, más lozano…
y sobre todo,
por que simplemente sería lo mejor, al ser lo más justo.
por ARMAK de ODELOT
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