sábado, 5 de febrero de 2011

Los Hermanos Musulmanes deciden presentarse a las legislativas egipcias


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Los Hermanos Musulmanes deciden presentarse a las legislativas egipcias

EL DIPLOMÁTICO EL BARADEI VE NAUFRAGAR SU PROPUESTA DE BOICOTEAR LOS COMICIOS

NURIA TESÓN - El Cairo – 11/10/2010
    Se acabó la unidad.
    El espejismo de una oposición consolidada en un frente común para luchar contra el sistema piramidal de Gobierno egipcio (con el octogenario Hosni Mubarak a la cabeza desde hace 30 años) parece resquebrajarse día tras día.
    Este fin de semana han sido los Hermanos Musulmanes los que, al anunciar que concurrirán a las elecciones parlamentarias de noviembre, han abierto un poco más la costura que Mohamed el Baradei cose desde su regreso a El Cairo a principios de año.
    El ex responsable del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), y premio Nobel de la Paz en 2005, ha encabezado un movimiento que exige cambios políticos en Egipto y en los últimos meses había pedido a la oposición que no respalde unas elecciones que “van en contra de la voluntad nacional”.
    El Baradei ha logrado el apoyo del partido Ghad (Mañana), de Ayman Nour, mientras otros pesos pesados como el liberal conservador Wafd, el izquierdista Tagammu o El Nasseri ya han anunciado que participarán.
    El anuncio de los Hermanos Musulmanes (HM), la fuerza opositora mayoritaria en Egipto, con casi un quinto de los escaños del Congreso, supone un duro revés para el diplomático.
    El 98% de los miembros del Consejo Consultivo, el órgano legislativo de la Hermandad, respaldó la decisión de participar en las elecciones parlamentarias de noviembre con un número igual al 30% de los escaños de la Cámara baja, según anunció el sábado en rueda de prensa el líder del grupo, Mohamed Badia.
    “Boicotear las elecciones es el camino equivocado para luchar contra la corrupción”, señalaba la semana pasada el parlamentario y miembro preeminente del partido Saad el Husseini.
    “No debemos dejar campo abierto al régimen corrupto en ausencia de una oposición verdadera”, concluía.
    Los Hermanos, que asientan sus bases ideológicas en el islam, están prohibidos como grupo político desde 1954, pero se presentan a las elecciones como independientes.
    En esta ocasión tendrán sin embargo que enfrentarse a una reforma de la Constitución acometida en 2007 en la que se recoge la prohibición explícita de mezclar religión y política, por lo que algunos analistas auguran un descenso significativo en el número de escaños que obtendrán el mes próximo.
    Las elecciones parlamentarias llegan un año antes de las elecciones presidenciales, previstas para finales de 2011, y en medio de un caldeado ambiente político.
    El presidente Hosni Mubarak no ha anunciado si concurrirá como candidato y los rumores sobre su salud y un posible intento de preparar el traspaso de poder a su hijo menor, Gamal, han aglutinado a la oposición y lanzado a la calle a la desencantada sociedad civil.
    En eso justifican los Hermanos Musulmanes su decisión, ya que, según Mohamed Badia, el pueblo “debe hacer uso de sus derechos constitucionales y legales para hacer frente a los corruptos y evitar que estos se adueñen de la escena política sin rendir cuentas”.

    CRÓNICA: Ola de cambio en el mundo árabe – El análisis LOS PAPELES DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO

    “Un administrativo desconocido convertido en guía supremo”

    LA EMBAJADA DE EE UU DESTACÓ EL RELEVO GENERACIONAL EN LA ELECCIÓN DEL NUEVO LÍDER DE LOS HERMANOS MUSULMANES

    NAIARA GALARRAGA - Madrid – 04/02/2011
    Los Hermanos Musulmanes estrenaron líder, el octavo de su historia, hace poco más de un año, en enero de 2010.
    Mohamed Badie, de 67 años, es ahora una figura clave de la oposición egipcia, pero entonces, para la Embajada norteamericana en El Cairo, era “un administrativo relativamente desconocido”, según un cable secreto dedicado a su elección como “guía supremo”.
    Mohamed Badie cerró las fisuras entre reformistas y conservadores
    Cuenta ese telegrama que es profesor de Medicina Veterinaria, que su elección “supone un cambio generacional [...] porque es el primer líder que no conoció en persona al fundador del movimiento, Hasan al Banna” y, como señala una fuente de la embajada, por tanto, sin la legitimidad añadida que eso suponía; que en 1965 fue encarcelado, junto a Sayyid Qutb (principal ideólogo de la organización), como “miembro de un comando paramilitar acusado de intentar asesinar al presidente [Gamal Abdel] Nasser y derrocar el régimen”.
    Fue excarcelado por el presidente Anuar el Sadat en 1974, después de que “los Hermanos Musulmanes decidieran renunciar a la violencia”. Volvió a prisión en 1999 tras ser condenado por un tribunal militar a cinco años por asociación ilegal.
    “Bajo [la dirección] de Badie quizá veamos un creciente secretismo y control interno.
    Porque está en juego la restauración de la imagen pública de los Hermanos Musulmanes, vistos a menudo como el movimiento opositor capaz de situarse por encima de los juegos internos de poder”, auguraba la aún embajadora en Egipto, Margaret Scobey.
    Uno de los informantes de la legación considera a Badie como alguien vinculado a un influyente dirigente conservador; otra fuente lo retrata como “un moderado” afable capaz de comunicar bien, lo cual le “ayudará a curar la aparente fisura entre los [sectores] reformistas y conservadores”.
    La elección de Badie culminó un proceso que levantó ampollas internas (por discrepancias sobre las prioridades y los ritmos, no ideológicas) en el grupo, ilegal en Egipto pero tolerado.
    Parece que ganaron el pulso los llamados conservadores, los que piensan a 20 años vista, los partidarios de centrarse en la cohesión del grupo y en las labores social, económica y religiosa.
    Y perdieron los denominados reformistas (con la mente puesta en los años inmediatos), defensores de volcarse más en política. Todos comparten el objetivo de realizar “reformas sociales, económicas y políticas basadas en los principios de islam”.
    Los cables secretos de EE UU facilitados por Wikileaks a EL PAÍS y a otros medios internacionales permiten atisbar otros entresijos de este movimiento.
    En su primera comparecencia pública, Badie pidió “elecciones libres y justas”, le dijo al régimen que los Hermanos “no son un enemigo” y subrayó que mantendrían su estrategia dual: hacer política en paralelo al trabajo social y religioso.
    Los cables que analizan este grupo sugieren que los diplomáticos estadounidenses no tienen fuentes internas, pues recaban su información a través de terceros, mediante gentes cercanas al movimiento, académicos, la prensa local o la web oficial de los Hermanos en inglés.
    Un telegrama de 2001, previo al 11-S, explica que los miembros de los Hermanos Musulmanes son reacios a hablar con miembros de la embajada sobre el grupo. Los motivos se resumen en dos: esta organización islamista internacional, fundada en 1928 en Egipto, tiene caras públicas, pero las reuniones de sus dirigentes son clandestinas y sus deliberaciones y su funcionamiento, secretos.
    Y el régimen de Mubarak les ha tolerado pero también les ha acosado con detenciones y cárcel. Algunos observadores atribuyen el giro conservador a la presión gubernamental, pues antes de las parlamentarias de otoño de 2010 los arrestos se cebaron en los militantes reformistas.

    Egipto detiene a un centenar de Hermanos Musulmanes

    LAS DETENCIONES SE SUMAN A LOS ARRESTOS QUE SE VIENEN PRODUCIENDO DESDE QUE ANUNCIARON SU PARTICIPACIÓN EN LOS COMICIOS DE DENTRO DE OCHO DÍAS

    REUTERS - El Cairo – 20/11/2010
    Las fuerzas de seguridad egipcias detuvieron ayer a más de un centenar de partidarios de los Hermanos Musulmanes, principal grupo de oposición, en varias ciudades del país, según confirmaron fuentes de la policía y de la propia hermandad.
    Las detenciones, a solo ocho días de que se celebren elecciones legislativas, el próximo 28 de noviembre, siguen a una oleada de arrestos que se vienen sucediendo desde octubre, cuando los Hermanos Musulmanes anunciaron que concurrirían a los comicios.
    Como todos los partidos de base religiosa, el grupo es ilegal en Egipto, pero sus candidatos pueden presentarse a las elecciones como independientes. Así, ocupan en el actual Parlamento una quinta parte de los escaños.
    “Lo que sucedió hoy [por ayer] no fueron solo asaltos. Fue más una guerra. La policía abrió fuego contra la multitud y algunas personas resultaron heridas”, dijo el portavoz del grupo Hamdi Hassan.
    Ya en octubre se produjeron una serie de arrestos poco después de que los islamistas anunciaran su participación en los comicios. El arresto sin cargos de miembros del partido y simpatizantes es una práctica común.
    Amnistía Internacional (AI) ha venido pidiendo al Gobierno que libere o impute cargos contra estos detenidos, al tiempo que Estados Unidos pidió esta semana al Gobierno egipcio que permita las reuniones políticas, asegure una cobertura mediática equilibrada y acceda a que observadores internacionales supervisen la votación.

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