LAS REVUELTAS ÁRABES DAN ALAS AL FORO SOCIAL MUNDIAL EN DAKAR
El acontecimiento comienza marcado por las tensiones entre los participantes
BENOÎT CROS Dakar (Senegal) 05/02/2011 08:00 Actualizado: 05/02/2011 11:57
EL FORO REUNIÓ A 150.000 PERSONAS EL AÑO PASADO EN PORTO ALEGRE.
Con la mirada puesta en Túnez y Egipto, los participantes del Foro Social Mundial, que se inaugura mañana en Dakar, quieren ver en las revueltas contra Ben Alí y Mubarak una señal de que “otro mundo es posible”, como afirma el lema altermundialista. Más de 1.250 entidades, incluyendo 500 africanas, se presentarán hasta el 10 de febrero en la capital senegalesa para plantear alternativas a las políticas instauradas por los gobiernos en el marco de la crisis económica mundial.
“Esta edición es de las más oportunas, dada la crisis que vivimos, que no es sólo financiera sino también energética, medioambiental y de civilizaciones”, afirma el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, habitual de estos foros.
Los movimientos sociales se quejan del protagonismo de las grandes ONG
El impulso de las recientes revueltas en el Norte de África no podría llegar en un mejor momento para el Foro ya que, diez años después de su primera edición, todavía está buscando su identidad. La dualidad generada por la presencia de ONG por una parte y movimientos sociales por otra todavía crea tensiones.
El Foro Social Mundial celebró su primera edición en 2001 en Porto Alegre, con el objetivo de crear un contrapeso al Foro Económico Mundial, organizado anualmente en Davos.
ESPACIO DE DEBATE
“Esta edición es de las más oportunas por la crisis”, dice el sociólogo Sousa
Desde entonces, ha sido recurrente la crítica contra las grandes ONG internacionales, que disponen de importantes recursos y han sido acusadas por los movimientos sociales de imponer su agenda, considerada demasiado moderada y no orientada hacia las luchas sociales.
“Algunas ONG viven del Foro y no se preocupan por dar un impulso a los movimientos altermundialistas”, sostiene Eric Toussaint, activista belga del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. Según estos movimientos, las ONG consideran el Foro como un simple espacio de debate. “Si decenas de miles de activistas se desplazan, no es sólo para debatir”, dice Toussaint.
Pero las ONG reivindican su papel. “También somos parte de la sociedad civil”, afirma Lourdes Moreno, de Ayuda en Acción, que resalta su participación en las asambleas de los foros mundiales y catalanes.
El último encuentro realizado en Belém (Brasil) congregó a unas 150.000 personas, una cifra que los propios organizadores consideran imposible de alcanzar este año. “La realidad social de Brasil es diferente; en Senegal el tejido de las organizaciones sociales es mucho menos denso”, admite Tou-ssaint. Sin embargo, hay iniciativas para involucrar a los ciudadanos, como, por ejemplo, unas caravanas que recorren África Occidental.
El Foro explotará a fondo su africanidad: la jornada del lunes estará dedicada al continente y a la diáspora africana por el mundo. Los organizadores consideran este enfoque justificado en la medida en que “África podría pagar un precio elevado por esta crisis”.
Si las entidades son pesimistas en cuanto a la participación, esperan sobre todo que no se repita el modelo del Foro de Nairobi de 2007. En la capital keniana, el coste de las entradas equivalía a una semana de sueldo para los más pobres, lo que causó indignación. La organización recibió también críticas por haber encargado el servicio de telecomunicaciones a una multinacional, que se convirtió así en patrocinadora de los actos.
A pesar de las tensiones, nadie quiere renunciar al Foro. “A pesar de las debilidades y contradicciones, es el espacio de convergencia más importante a nivel internacional”, dice Esther Vivas, investigadora en movimientos sociales de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, aunque añade que “el Foro sólo será útil si contribuye a reforzar los movimientos sociales”.
“ES UNA CARRERA A CONTRARRELOJ”
Samir Amin. Director del foro del Tercer Mundo.
1. El Foro celebra su décimo aniversario, pero las políticas económicas no han cambiado en este periodo. ¿Otro mundo realmente es posible?
El sistema neoliberal está en quiebra. Las oleadas de movimientos sociales de América Latina y Nepal han traído cambios importantes; hay gigantescos movimientos emergentes en los países árabes, el euro muestra señales de vulnerabilidad. Estos movimientos se van a multiplicar. La pregunta es: ¿van a desembocar en una alternativa real?
2. ¿De qué dependerá?
Los movimientos sociales tienen que emprender una verdadera carrera a contrarreloj, ya que el capitalismo se reorganiza para la contraofensiva y dispone de grandes medios para presionar a los países vulnerables. También preocupa la emergencia de soluciones neofascistas.
3. ¿Qué papel tiene África respecto a estos cambios?
África no está marginalizada. Eso sí, es vulnerable, por varias razones históricas. Pero África participó en la primera oleada de los países del sur. Después nació la segunda oleada en Latinoamérica que ahora está apareciendo también en África. Los dictadores son numerosos en esta región. Los ejemplos de Egipto y Túnez pueden contribuir a la maduración política de los movimientos sociales.
4. ¿Qué le falta al movimiento altermundialista para avanzar?
El movimiento sigue fragmentado. Además son movimientos de protesta que se quedan a la defensiva y no se presentan como una alternativa positiva.
14, 2010
El Foro Social Mundial volverá a África en 2011. Después de Nairobi (Kenya), será Dakar, la capital de Senegal, que va a recibir la edición centralizada entre el 6 y el 11 de febrero de 2011 – diferentemente de lo que sucedía en los años anteriores, cuando el Foro ocurría en los mismos días del Foro Económico Mundial de Davos. Centrándose en la historia de resistencias y luchas de los pueblos africanos, el FSM 2011 debe encontrar la interfaz necesaria entre las luchas y las estrategias comunes a nivel global comunes a África, al Sur y a todo el mundo. Por lo tanto, los ejes temáticos del Foro deben tener en cuenta las principales preocupaciones de los movimientos sociales a través el mundo. Los ejes estarán en consulta pública hasta el 10 de septiembre.
Para los organizadores, el retorno del FSM a África expresa la solidaridad activa del movimiento social internacional, apoyo este muy bienvenido una vez que “África corre el riesgo de pagar por la crisis actual del capitalismo, ya debilitada por los programas de ajustes estructurales de las décadas de 1980 y 1990 “.
La última reunión del Consejo Internacional del FSM, que ocurrió en mayo, ha aprobado la realización del próximo Foro Social Mundial en Dakar, Senegal, el 2011. Según los organizadores del Foro Social Africano, el proyecto de Dakar tiene el apoyo de muchos movimientos sociales de África, como las organizaciones feministas y los sindicatos. Para los miembros del CI, será de gran importancia la realización del FSM en África porque la población de ese continente sufre de manera intensa los impactos de la crisis. Además, el foro en Senegal deberá debater temáticas especiales, propias de la región.
La idea es ampliar los progresos logrados en Belém, incluida la atención a las cuestiones ambientales y la movilización y la participación de los pueblos indígenas. El trabajo de movilización y metodología se desarrollará colectivamente, con la cooperación de diversos grupos de todo el mundo. Un taller preparatorio se celebrará este año en Dakar para iniciar los debates sobre diversos temas – incluyendo el formato y la financiación del evento – y para desarrollar el proyecto genereal del FSM 2011.
Hacia el Foro Social Mundial de Dakar
14 Enero 2011 | Categorías: Altermundismo |
Francisco Morote – ATTAC Canarias
¿Servirá para algo el Foro Social Mundial que se celebrará entre el 6 y el 11 de febrero en Dakar?
Ya se sabe que los Foros Sociales Mundiales son lugares de encuentro, para el debate democrático de las ideas, de los movimientos sociales del planeta que rechazaban y rechazan la globalización neoliberal y el neoliberalismo y, por tanto, no cabe esperar que el FSM se convierta en una especie de Internacional altermundista, pero lo que si se puede y se debe exigir es que, a la vista de la gravedad de los problemas económicos, sociales y medioambientales del mundo, el análisis de la situación dilucide, al menos, tres cosas: la raíz u origen de los problemas, el papel de los movimientos sociales altermundistas y el marco más apropiado para la solución de las múltiples crisis.
La raíz de los problemas
A mi entender el movimiento altermundista debería convenir de una vez que el sistema, el sistema-mundo capitalista, en la terminología de I. Wallerstein, es el problema.
¿Un problema resoluble o irresoluble? Por supuesto que resoluble para sus partidarios, los que en el peor de los casos hablaron de reformarlo o refundarlo, pero que a la hora de la verdad no han movido ni un dedo, dejándolo tal y como lo quieren sus principales beneficiarios -grandes propietarios, administradores y gestores del capital y algunos grandes especuladores-, pero irresoluble para quienes siendo, sin duda, la gran mayoría sabemos que para el sistema no es una prioridad luchar contra el hambre, la pobreza, el empobrecimiento, la exclusión y la marginación social, el aumento de las desigualdades sociales, el calentamiento global y el cambio climático y sus devastadoras consecuencias, la sobreexplotación y agotamiento de los recursos naturales que deberían ser la base de la existencia de las generaciones presentes y futuras, etc. Para ellos, esos dueños, administradores y gestores del capital y para los especuladores a los que el sistema hace cada día más ricos, no urge cambiar nada. Viven en una especie de Atlántida felíz, sin ser conscientes de que, como en el mito griego, su Atlántida podría hundirse, esta vez, en el océano del descontento popular universal. Por el contrario, para nosotras, las víctimas, urge el cambio, al constatar que el sistema, incorregible, no es la solución sino el gran problema.
El papel de los movimientos sociales altermundistas
El movimiento altermundista es el movimiento de la esperanza. Lo es desde el Foro Social Mundial de 2001, en Porto Alegre, cuando proclamó que Otro Mundo Es Posible.
Es cierto que nunca ha precisado suficientemente desde entonces cómo debe ser ese ese mundo pero, sin duda, se ha opuesto enérgicamente a que siga siendo un mundo de ricos y de pobres, de enriquecidos y empobrecidos, de exclusión y marginación social, de agresiones suicidas contrra la propia biosfera, de saqueo y destrucción de recursos naturales para alimentar un consumismo bulímico cada día más imposible en un planeta finito.
Por consiguiente, el deber del movimiento altermundista es seguir presionanado y luchando para construir un mundo mejor posible, de abajo a arriba, desde los propios movimientos sociales a las organizaciones sindicales, los partidos políticos, las administraciones y las instituciones internacionales y nacionales.
El marco para resolver la crisis
Vivimos en un planeta único, con un sistema mundial, el capitalista, también prácticamente único. ¿Cómo salir, en esas condiciones, de las múltiples crisis provocadas por el sistema?
En mi opinión, descartado el G-7 y sus instituciones satélites -OCDE, FMI, BM, OMC- y, también, el G-20, en las actuales circunstancias históricas el marco más adecuado y con mayor legitimidad para hacer frente a los riesgos que el sistema plantea es el G-192, es decir, la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La ONU, con todo su déficit democrático a cuestas es, pese a los esfuerzos por impedirlo, el marco donde se ha abordado, con todas sus insuficiencias, el problema del calentamiento global y el cambio climático y, también,el escenario del compromiso de la comunidad internacional para reducir, por medio de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el hambre, la pobreza extrema y otras lacras que afligen a cientos de millones de personas que viven en los países empobrecidos. Además, la ONU, su G-192, está infinitamente más abierta a la presencia y a las demandas de los movimientos sociales altermundistas que el G-7 o, incluso, el G-20.
A mi juicio el movimiento altermundista, al tiempo que rechaza la representatividad del G-7 y sus instituciones satélites y del G-20, debería reclamar para el G-192, la Asamblea General de las ONU, mediante un Consejo Económico Mundial vinculado a ella, como proponía el Nobel de economía J. Stiglitz, la competencia para hacer frente a la Depresión económica, que no recesión, que nos obliga a padecer a la gran mayoría de la humanidad el sistema-mundo capitalista.
En fin, se trataría de una apuesta para sitúar el arreglo de los grandes problemas del siglo XXI en el marco del G-192 y no en el escenario del G-20 y menos aún del G-7 y sus instituciones satélite.
Si del Foro Social Mundial de Dakar salieran consensuadas al menos estas ideas, sería un gran paso adelante en la lucha del movimiento altermundista por la construcción de otro mundo mejor posi
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